Lo más increíble de trabajar en una escuela

Hace ya unos meses que escribí esto para mi y ahora, con la cuarentena y el reto que implica para nuestra academia extra escolares y para los preescolares mantenernos al 100% apoyando a nuestros niños , a sus familias y a todas las maestras y staff que colabora con nosotros lo recordé…… se los comparto con mucho cariño…..

Decidí llamar este artículo las cuatro cosas más increíbles de tener una escuela y, debo admitir que, me resulta complejo elegir sólo 4!!!!!

Haré mi mejor esfuerzo:

  1. El día que es momento de despedirse de los niños porque ya crecieron y se van a otra escuela; ese día que veo su carita, dentro de sus ojos y caigo en cuenta que, durante esos años que compartimos, dejó de ser un bebé…. aprendió sobre sus emociones, a tener amigos, a hablar frente a una cámara, a compartir sus opiniones, a creer en él mismo, a amar la lectura… y me doy cuenta que, aunque el creció y aprendió muchas cosas, fui YO quien más creció y más cosas aprendió a lo largo de esos años.

  2. Inevitablemente he conocido personas que aman lo que hacen y que están conscientes de que moldear vidas, trabajo con niños, es un privilegio. y día a día les observo cómo cambian de sombrero ( por decirlo de alguna manera ya que en cierto momento es su maestra, en otro momento mientras los apapacha o consuela es una figura similar a la de una madre, después es una guía y un ejemplo, es también una compañera de trabajo, de equipo, una amiga); aprendes de esas personas día con día y se convierten en tu familia.

  3. Los padres y madres, que no sólo confían en nosotros para convertirnos en sus alìados y en parte de su equipo, sino que también se entregan con todo a sus hijos y ven siempre por su mayor bien, por su futuro; anteponiéndolos a sus propias necesidades y deseos y siendo siempre un ejemplo de amor, de perseverancia y de servicio.

  4. La cuarta es simple…. el motivo por el cual hago lo que hago… es por que se que en esos niños que están hoy con nosotros está el futuro y que si yo hago bien mi trabajo, desde el corazón, sembraré en ellos una semilla de bien, de amor, de disfrutar aprender, de desear y amar aprender que después florecerá en adultos responsables, amorosos, felices.

Deseo de corazón que en su camino por la vida se encuentren siempre con personas que les motiven y les acompañen en su felicidad, que se conviertan en parte de su familia como mis compañeras, mis niños y sus familias lo son para mi.