¡No te rompas la cabeza!

 ¡No te rompas la cabeza!

Lo mejor es: UN ROMPECABEZA

Por: Psic. Aline Yuen

A veces creemos que los rompecabezas, nos “rompen la cabeza”, sin embargo, no es así. En algún momento de nuestras vidas, todos hemos tenido la oportunidad de armar uno, o intentar hacerlo, ya sea de 9, 50, 100 o hasta 1000 piezas, sabemos que esto representa un reto a superar, aunque en ocasiones la misión se quede incompleta. Sin embargo, ¿hemos pensado en los beneficios que este juego trae consigo a nuestros hijos? Seguramente, la respuesta es no. Este juego tan inocente, en realidad les ayuda a desarrollar ciertas habilidades cognitivas, emocionales y motrices, mientras ellos se divierten.

Los niños necesitan explorar su mundo, ¿cómo lo hacen? Por medio del juego. Ante esto, es sumamente importante adquirir juguetes que brinden a nuestros hijos un aprendizaje significativo y una gama de herramientas para afrontar el futuro. Asimismo, es muy recomendable el uso de rompecabezas, ya que requiere del uso de ciertas destrezas, al mismo tiempo, nuestros pequeñitos desarrollan habilidades, capacidades y exploran su entorno.

Un rompecabezas, representa una imagen dividida en muchas piezas, al juntarlas debemos analizar detenidamente su forma, color, corte, tamaño y compararla con otras piezas. Aparentemente, es un trabajo sencillo, pero en realidad, requiere de mucha atención, concentración y observación, siendo estas, algunas de las habilidades que este juego estimulará en nuestros hijos.


Al estar armando un rompecabezas, nuestro chiquitín, desarrollará la capacidad de aprender, entender y organizar las formas espaciales, de la misma manera, practica la observación, descripción y comparación de diferentes elementos que le ayudarán a construir poco a poco una imagen completa. Otras capacidades que el pequeño desarrollará, es la resolución de problemas, ya que cada rompecabezas representa un desafío, al ser superado, genera en el pequeño una gran satisfacción, por ende, eleva su autoestima, se siente orgulloso, seguro de sí mismo y capaz de vencer cualquier reto.


Otros argumentos a favor del rompecabezas, ayuda a ejercitar la memoria visual de nuestro hijo, ya que debe acordarse qué piezas tiene, qué formas tienen y en dónde puede colocarlas. Asimismo, el niño trabaja su capacidad de análisis, creando una estrategia de armado, ya sea empezando por las orillas, buscar piezas que se parezcan en color o forma u otro tipo de táctica que le ayudará a completar la misión. Esto le ayudará a estimular las nociones espaciales, por medio de la asociación lógica de las piezas, considerando que ninguna pieza es igual a la otra, va diferenciando formas.

Otro detalle que no hemos considerado, es que mantiene la atención, concentración del niño, al mismo tiempo, le permite mantener la curiosidad por componer una imagen que desconoce, un elemento clave para motivar al pequeño a continuar su propósito. Así, trabaja su tolerancia y su capacidad de espera ante la dificultad, ayudándole a entender el significado de las metas,  la superación de las mismas y el valor de la constancia, entre más tenaz el pequeño sea (aunque existan obstáculos), mayor éxito obtiene.

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Parecía un simple juego de mesa, pero no habíamos notado todos los beneficios que este trae consigo. Una nueva herramienta  que fortalecerá los lazos familiares, por lo tanto, armar un rompecabezas con mi hijo es una forma de acercarme y convivir con él, al mismo tiempo, él aprende, reconoce el trabajo en equipo, se relaja al realizar una actividad diferente y desarrolla un sinfín de habilidades que le ayudarán a afrontar asertivamente el futuro. Por lo tanto, cuando pienses en qué comprar a tu hijo, no te “quiebres la cabeza”, un rompecabezas es tu mejor opción, enséñale a armar paso a paso, cada pieza elemental de su vida.